Entrevista a Ignacio Copani




Diciembre de 2008 (Esta entrevista fue realizada para el diario Miradas al Sur, pero por razones de espacio  no pudo ser publicada en su momento. Aquí, la entrevista completa) 

Con aroma a olla popular 

por María Maratea


 “Estuve en pueblos del interior donde una parte de los habitantes vivieron un exilio interno por no estar a favor del campo”



“No estamos en un tiempo en que una expresión cultural te puede llevar a la muerte. Valientes eran Rodolfo Walsh, Víctor Jara, sabiendo que con sus manifestaciones la iban a pasar mal”



“Odian al peronismo de una manera como no se odia ni siquiera las ideas conceptuales de izquierda marxista, porque eso lo tienen como algo virtual, como algo que nunca va a llegar. En cambio el peronismo llega siempre, entonces les cae mucho más simpático el Che Guevara que Evita”






Es uno de los artistas de mayor compromiso social y uno de los que menos difusión tiene. Sus canciones las canta el país y hasta se entonan en estadios de fútbol. Le escribió tanto al Enzo como a Evita. No para de dar recitales en actos solidarios: desde el reconocimiento a los 30 años del grupo Familiares de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-miltar, a familiares de víctimas de Cromañon, el Cottolengo Don Orione, Museo Evita, la AMIA, Hospitales, comedores y Ex combatientes de Malvinas. Ganador de premios Prensario y Konex; nominado al ACE, al Martin Fierro y cinco veces consecutivas al Gardel, tiene en su haber varios discos de oro y de platino. En lo que va de 2008, lleva realizados más de cien recitales por todo el país donde ya lo vieron más de doscientos cincuenta mil espectadores.  Acaba de sacar “Palabras cuerdas” su disco número veinte, un acústico acompañado por la guitarra del virtuoso Esteban Morgado, que presentó en Montevideo y en Buenos Aires a salas repletas. Amenazado y calumniado junto a su familia,  por opositores,  luego de Cacerola de teflón  -una crítica a los cacerolazos que apoyaron al sector agropecuario-, no se amilanó y envió una carta a los medios asegurando que no estaba dispuesto a modificar ni una coma. Observador, agudo, crítico, atento siempre a las injusticias sociales que aplastan al más débil, en un alto de la gira que está  realizando por todo el país, y antes de partir a la Costa Atlántica donde se presentará durante enero y febrero, el trovador se hace de un tiempo y acepta la invitación a esta entrevista.



¿Cuál es tu principio fundamental?
Y, aunque sea un lugar común, la justicia y la igualdad de chances…de la buena memoria para todo,  para disfrutar, para clavarse los puñales y para tratar de salir adelante con fundamento, con cierta solidez, con cierta expectativa de que el adelante sea bueno, si tuviera tiempo lo redactaría de una manera mas romántica, pero me asaltás con cuál es tu máxima ideología, y sí…


¿Sos uno de los artistas populares de mayor compromiso social y uno de los que menos difusión tiene?
Sí. Bueno, yo no puedo decir que soy uno de los que más compromiso tiene. Para mí el compromiso es espontáneo, no es una tarea que se me impone, ni que hago por el marketing, ni que me completa como personaje,  ni nada. Mi compromiso es muy parcial en algunas cosas. Con tantos años y tantos discos podría tener una canción más para que no maten a las ballenas y no la tengo, digamos que ese compromiso espontáneo se vuelca a ciertas cosas de mi ideología que entiendo prioritaria y ahí están, las canciones y la conducta. Lo del compromiso es relativo, lo de la poca difusión es obvio y la que he tenido es porque he puesto mucho empeño, he intentado poner originalidad,  una estética clara, simple pero certera. Acompañé con mucho tesón todas las cosas y por eso existo, si fuera esperando que por inercia de los éxitos hubiera seguido en los medios, nadie tendría ninguna canción mía en consideración. Pero uso todo lo que puedo.

¿Esto es así  porque sos un artista independiente?
En algo puede ser, pero una compañía internacional, hoy, no podría hacer mucho por mí.

¿Por qué?
No me puede inventar los soportes de difusión. No va a ser la hora de Ignacio en la televisión, o de una FM Copani, entonces, los medios están como están y ahí las compañías pueden colar ciertas estéticas, ciertos mensajes que hacen que estemos huérfanos de otras expresiones. Y mucho más carencia tenemos al pasar los años, como que no se conozca el último disco de Silvio (Rodríguez) o de León (Gieco) y que se conozca lo que despunta más comercial como Los Orozco o alguna cosita más. Para encontrar a León, y te hablo del número uno, tenés que buscar en el cable o en Cosquín a las dos de la mañana. En cambio, nos topamos, nos tropezamos con un montón de obras que no tenemos ningún interés en conocer y ahí están. Yo conozco el jingle “que te clavo que te clavo la sombrilla” y  no es porque lo busqué. Y así cualquier canción de moda o lo que existe.  El caso mío me parece raro.


En un momento tuviste mucha difusión. Todos conocemos Cuántas minas que tengo o Lo atamos con alambre, temas típicos de lo cotidiano. Más de una vez me encontré cantando tu canción mientras arreglaba algo en mi casa. Vos llegaste a un tope.
Pero la difusión que yo he tenido, te puedo citar esos temas o “No te creo nada”, o el de la familia Benvenutto, o la marcha de River, han sido siempre porque encontraron una grieta para ilustrar algo. Nunca tuve una campaña de marketing intensa, ni siquiera con  “Cuántas minas que tengo”, no fue porque me hayan apoyado con mucho dinero, sino que fue una sorpresa, una cosa original, había muy poca música con humor, de hecho cuando yo rebotaba en las compañías de discos me decían “Lo atamos con alambre” no va a andar, ni Les Luthier vende discos, el humor no vende discos. Así que no es que pusieron un montón de guita. Ahora me pasa algo parecido pero con canciones serias.  Sin un mango toda la gente conoce “Cacerola de teflón”,  pero porque encontró una grieta por donde se escurrió y se hizo conocida.  Aquello, por lo menos yo lo sé, no fue una explosión por el apoyo publicitario, siempre me la rebusqué con ingenio para existir. Había condiciones hace veinte años más favorables, había infinidad de lugares donde asistir a mostrar tu repertorio. Ahora es muy difícil. Primero que no hay programas musicales. Hay algunas cositas temáticas, pero no hay. En cambio yo antes iba todas las semanas a algún musical, Badía,  Feliz Domingo, Finalísima, qué se yo…

Pero hoy, por ejemplo, si levantás el teléfono y llamás a cualquier programa ¿te dicen que no? Porque sos un tipo muy querido vos.
Me llaman del programa de Mirtha, voy a lo de Susana todos los años, no soy un tipo que me sienta prohibido. No voy cuando me llaman para algo que no me interesa como para hacer de jurado o para contar chistes, para esas cosas ya me cansé. Pero no es un tema ideológico, es un tema de que ya soy grande. Me llamaba hasta Marley para ir al Muro. Me decía si no te querés poner ese traje de amianto no te lo pongas. No, no quiero, no te sirve para el programa, le decía yo. Agradezco que se fijen en mí, pero bueno, yo estoy en una línea en la que quiero mostrar mi repertorio. Sí te digo que he sido un tipo castigado,  porque de entrada el sistema me vio como un Palito Ortega de protesta, les caía simpático. Después fueron viendo que en mi propuesta ponía un acento muy grande en lo que era el compromiso, el testimonio, entonces todas mis canciones de la mitad de la década del 90 las conocían algunos amigos militantes. Se copiaban el cassette con el tema Mery Juli. Los únicos temas míos que pasaban eran los de River. Después, a partir del 2000 hubo como una necesidad en los medios de ilustrar la crisis y ahí se dieron cuenta que el que más canciones tenía de todas esas cosas críticas era Copani. He sido de los que más ha sonado en TVR y en otros programas de compilaciones de noticias que usan esas canciones.  Cacerola de teflón fue una explosión por Internet más que en los medios, no es que haya sonado en la radio. De hecho está en mi último disco y no lo pasan en ninguna radio, ni ese ni otros temas del mismo disco.

¿Por qué crees que pasa eso?
Porque para muchos soy un tipo molesto y aparte, está mal que lo diga yo, soy parte de una figura de personaje inteligente, que puede disentir y eso no es  lo que están buscando en los medios. En los medios están buscando para la discusión política lo mejor que encuentran en las derechas, y del otro lado un muchacho que esté con un tetra brik gritando Viva Cristina, y si pueden demostrar que fue por un choripán, más todavía. En los debates de la tele ahora azorados asistimos a ver a Cavallo pontificando,  a los mejores que puede representar el campo, a los mejores que pueden defender las AFJP, o a los adalides de la oposición porque sí. En las mesas no están poniendo pensadores, artistas. No está José Pablo Feinmann, ni Foster, ni Bruschtein, ni Aliverti, ni artistas que puedan decir algo en esas discusiones. Y yo soy parte de eso. No me ponen a dialogar o a disentir con alguien de sus ideas, ni siquiera con ellos mismos. Yo soy un tipo, en este momento, por ejemplo, censurado cien por ciento en TN.

¿Por quién?
Por su editor, a quien no tengo el gusto de conocer, estoy explícitamente censurado, me da un poco de lástima que estemos en democracia y que un medio de noticias me censure. ¿Te doy ejemplos?

Sí.
Me proponen hace años en “Tiene la palabra” para hacer esos reportajes, supongo que soy un tipo que se puede explayar. Luis Otero es amigo mío y me dice que se lo bochan. No muchos están arriba de Luis Otero así que puedo sospechar que lo bocha el editor. Me hacen una nota en cualquier móvil, en algunos eventos los convoco yo mismo y vienen de TN, pero salen las notas que le hacen a cualquiera, menos la mía. A veces sale el puño de mi guitarra  porque estoy parado al lado del que le están haciendo la nota y a mí no me la hacen. El jefe de móviles me dijo que cada nota que pasaba mía la bochaban. Me vinieron a hacer una nota en casa, del programa de Tenembaum, la hicieron, me dijeron que la pasaban esa noche y no salió. Me llamaron del programa de Van der Kooy y el otro periodista, y les digo: “que suerte que me llaman porque pensé que estaba censurado”,  me contestan “no, nosotros somos periodistas independientes, queremos que vengas al piso”.  “Bueno bárbaro, ¿cuándo voy?  Ponele que me digan, esta noche a la 21,  a la hora me llaman y me dicen  “mirá teníamos justo un informe…” Hace años que Catalina no me pone ni en la agenda de los recitales. Una agenda de fin de semana donde salen todos. Puedo sospechar que al editor no le caigo mal porque su esposa Santillán me ha hecho notas toda la vida, me ha hecho la sorpresa de traerme tíos de España en esos programas magazine que tenía antes, siempre tuvo buena onda, así que no puedo entender. Creo que no es de Boca como para decir bueno, te odian por… y punto. No fui en veinte años a un programa de La Viola,  ni de espectáculos, ni de nada.


¿Y en Clarín?
Me pasa puntualmente con TN, no, no me pasa con el Grupo Clarín que me hacen notas hasta en Ollas y Sartenes. De Olé me llaman a cada rato por lo futbolero que soy, en Espectáculos soy como el primo pobre de los artistas. En los otros espacios, Política, Turismo, me hacen notas y me tratan muy bien, así que no lo entiendo como una represalia del Grupo Clarín.


¿Alguna vez intentaste hablar con el editor, o  no te interesa?
No me interesa.  Tampoco quería molestar a los que eran más amigos y me confesaban eso, pero bueno, ahora ellos se dicen que son independientes…que se la banquen. Yo no trabajaría en un lugar donde me censuren. A mí me ha pasado en otros gobiernos, que me llamaran de Radio Nacional, por ejemplo, y me dijeran  “te queremos hacer una nota pero no digas nada de tal cosa”. Hasta los reté porque eran jóvenes, les dije  “no me llames si querés, pero no podés llamar a alguien para decir no hables de esto”.  ¿De qué te va a hablar Copani? ¿Tiene alguna información de la KGB? Copani te puede decir algo que te puede decir el taxista o cualquiera. Nadie se enteró de nada por una canción mía. Bueno, pero de la censura de TN estoy segurísimo porque tengo pruebas. Yo creo que es una animosidad del editor, no sé por qué. Aunque en la parte ideológica  sí sé por qué: nadie en TN sale con una campana progresista, con contenidos.  Lamento la actitud de los que me han entrevistado, por ejemplo,  para el programa de Tenembaum y que se haya marcado que no saliera al aire, o de los que me llamaron, la verdad lo lamento, porque yo por ellos el día que los rajen iría a hacer el abrazo a TN. Yo estuve en listas negras de radio Nacional y Canal 7 en las épocas del menemismo, explícitas, y cuando rajaron a un montón yo fui a apoyarlos. Pero bueno, mis amigos dicen que soy más cándido de lo que debería.

¿No le escribiste una canción a los medios?
No. Pero yo no tengo ningún drama en expresar mi idea si voy a algún medio, si voy a Mirtha Legrand, le digo: para mí hay una cadena nacional en contra del gobierno de Cristina.  Se lo digo. O cuando te dicen en una entrevista, me ha pasado con Mirtha: “porque el gobierno éste convengamos que es corrupto”, yo le pregunto ¿quién es corrupto? Les molesta cuando uno con cierto aguante puede hacer frente a eso. Dicen “convengamos que hay más pobreza que antes”.  No hay más pobreza que antes, tirame un dato que diga que haya más pobreza que antes. Yo mis datos los tengo por lo que veo, por lo que me cuentan de abajo. Cómo son las paradas de colectivo en el conurbano y cómo eran hace cinco años, como están pobladas y como estaban, y es una reflexión con fundamentos. Entonces ese estilo me parece que les molesta. Después, en las canciones yo pongo eso, no es que reclamo una cosa y después canto otra, no especulo, yo simplemente les pido a mis amigos, sólo a mis amigos, que me crean que en este momento pueda estar en sintonía con el gobierno. Y lo hago de corazón.

Tuviste amenazas de muerte
Si, si, tuve amenazas telefónicas, por mail. Y las hice públicas porque me describían un itinerario: “te vamos a agarrar cuando llevés a tu hijito al colegio de tal calle y tal calle”.  Igual no sabían mucho porque no tengo un hijito, tengo un nietito, pero bueno, si te alarman, vos necesitás el abrazo y la contención. Los insultos que yo recibo son “cuánto te garpa Cristina”. Mientras me digan eso o “boliviano andate del país” me la banco, pero si me dicen te vamos a agarrar en tal dirección, digo, bueno, vamos a tomar algunas medidas de precaución. Te juro por mis hijas que no me gusta victimizarme, tengo cosas peores que las amenazas, cosas que me ponen triste, por ejemplo, del pueblo donde está enterrado mi viejo, en el sur de Santa Fe. Me escriben: “no pases a poner ni una flor a tu viejo”, hasta sospecho que pueden ser parientes los que me dicen eso. Y te repito, no me gusta victimizarme porque lo que digo siempre es que hacer una canción no es un acto de arrojo, es nada más que hacer una canción. No estamos en un tiempo en que una expresión cultural te puede llevar a la muerte. Valientes eran Rodolfo Walsh, Víctor Jara, sabiendo que con sus manifestaciones la iban a pasar mal, yo escribo Cacerola de Teflón o La canción para Evita. Tengo una canción para Eva que es bárbara y si vieras los videos, los abrazos que hay y los insultos y el odio por hacer una canción para Evita.

Cómo si ese sentimiento no pudiera ser auténtico
Muchos, cuando te critican y te preguntan cuánto te garpan, en realidad están expresando su descarga de valores, porque a mí no se me cruza pensar que si alguien hace una canción,  por algo como lo que yo simpatizo sea simplemente por lo que le pagan.  Si yo me pusiera una camiseta que diga Viva Cristina, tendrían que entender que es porque quiero llevarla, que no es porque te dan plata. Yo apoyo desde el corazón, apoyo, para mí, al mejor gobierno que tuvimos desde que hay democracia, porque me complace. Y lo apoyo porque quiero que aguante, porque si el proyecto fracasa estoy seguro de que nos van a arrastrar por los adoquines…bueno, por el asfalto, porque los adoquines los está levantando Macri.

¿Qué opinión te merece el asfaltador Macri?
Me parece ridículo que esté asfaltando calles que ya estaban asfaltadas. Bueno, es su concepto.

Su negocio
Podría ser. Yo no tengo pruebas de que sea un negocio, pero sí tengo pruebas de que es una acción básica, bien primitiva en la política: que se vea la obra. Pintemos los cordones, asfaltemos, entonces la gente nos va a votar.

¿De dónde crees que surge ese odio tan visceral a Cristina?
Un poco esa cadena nacional ha aportado mucho, la falta de respeto que hay, ya desde los titulares que la llaman Cristina. Cristina la puedo llamar yo, porque obviamente es desde un lugar de cariño, o vos. Cuando las macanas que hacía De La Rúa, no ponían Fernando está condecorando a un edecán mientras se incendia el país. Cuando las hacía Menem, no ponían Carlos dijo que un avión iba a salir a la estratósfera y llegaba a Corea en dos horas. Los medios tendrían que ser respetuosos, decir la presidenta Cristina Kirchner. La cimiente es que el gobierno de Kirchner y de Cristina toca intereses que molestan y a partir de allí se usan, desde la frase que dijo Buzzi (Eduardo, presidente de la Federación Agraria Argentina), de desgastarlo desde todos los puntos. Por eso yo digo que no soy un tipo que apoya desde un lugar crítico, apoyo con todo, me meto de cabeza en la urna que me pongan, para consejero escolar, para concejal, legislador, intendente, presidente, por lo que diga el FPV, porque las cosas que tengo para criticar son matices y la mayoría de ansiedad, como que no haya más chicos en la calle, que haya símbolos, que la cultura la manejemos de otra manera con los símbolos que necesita la cultura, que en las puertas de cada villa en vez de haber un ente inquisidor que quiera ver el valor inmobiliario para ver si vale la pena sacarla o no, haya un colegio industrial, un centro cultural y un polideportivo. Haría una campaña para que los artistas que trabajan en entes culturales hagan jornadas como el domingo rojo del Che Guevara. Cuando vamos a México, cuando cumplís un contrato como visitante, tenés que hacer una función popular. Y se hace, en La Alameda o en algún otro lado y la hacés sin chistar porque es parte del arreglo comercial.  ¿Por qué no se puede hacer algo así, de que vayamos y colaboremos, que pongamos una dinámica distinta en la cultura? Tengo ansiedad para solucionar ciertas cosas pero no voy a hacer ninguna crítica que sea funcional a los que están desgastando desde cualquier lugar al gobierno, de los que buscan desde su dialéctica, desprestigiar, mentir. Ahora el ataque es como que está solamente permitido desde la derecha hacia los sectores de pensamiento popular, ahí sí podes decir “volvé Videla”, puede salir Pando y nadie la aparta de un cacerolazo, ahí se le puede decir a la Presidenta de yegua para arriba, que se vaya, ahí sí. Y está todo permitido, está permitido el diputrucho del Pro, pero no está permitido el diputrucho peronista, que por suerte no ha habido en estos últimos tiempos, porque si no te saldrían todo el tiempo con eso. Estuvo en la primera plana de los diarios el caso de la valija del venezolano hasta que fue la chica ésta muy linda a declarar y a partir de ahí pasó a la página treinta porque desmintió lo que decían los medios que había más valijas con más millones, y la chica fue apartada y todo, y fue valiente y sincera, y dijo que era eso lo que había. Y no se habló más del tema. Pero se lo trató con una malicia, con tergiversación y con una obscenidad, porque yo, que no soy un analista de las entrañas de la política me doy cuenta que es una operación del extranjero. Todo eso creo que cala en el ánimo de mucha gente.

¿Y qué te pasa cuándo escuchás “mejor estábamos con los militares”?
El que dice eso es un idiota. El otro día un amigo me dijo que escuchaba esa frase en relación a la seguridad. Le digo ¿cuántos muertos hay por la inseguridad cada día? Ponele un número ¿diez? Yo creo que si hubiera diez habría una marcha de dos millones de personas en la calle. Y diez muertos por día serían tres mil y pico de muertos por año, serían treinta mil en diez años. Bueno, hay treinta mil desaparecidos en dos años de fuerte represión. Así que fijate cuál fue el estado más inseguro, si éste o el de los militares. A la gente que hace ese reclamo, por tonta o por ignorante,  hay que recordarle que en el 75, antes de la llegada de los militares había seguridad en la calle,  lo que aducían los militares era el tema de la guerrilla y los atentados. Yo iba a bailar a los quince años y volvía de noche y no pasaba nada, antes de los milicos, en el 74, en el 75. Mi papá me dejaba en la cancha, te lo juro por mis hijas, tenía doce años, en el 72, once o trece,  y mi papá me dejaba en la cancha de River y yo iba como menor, agarraba a cualquier tipo y le decía “¿Don, puedo entrar con usted?”, y entraba y después me iba caminando de la cancha de River hasta la casa de mi abuela  en Pampa y Libertador y atravesaba una villa, en lo que hoy es la diagonal Ramsay, y capaz que me compraba caramelos en el kiosco de la villa y te hablo del 72, 73, 74. Era una situación de más seguridad en las calles porque la sociedad estaba compuesta de cierta manera. ¿Si vienen los milicos ahora, vos crees que alguno de los pibes chorros, de los pibes maltratados,  va a dejar sus prácticas porque haya una tanqueta en Constitución?  Van a seguir igual. Como van a seguir igual si baja la inimputabilidad de los menores, como van a seguir igual si hay más cárceles. El tema de fondo es el que todos conocemos que es el trabajo y la educación.
Habrá que hacer algún marco de contención porque la inseguridad está, pero el verdadero trabajo hay que hacerlo para adelante, para que haya otras propuestas que hagan que los chicos vean que lo más divertido es trabajar, estudiar. Por ahora lo que le ofrece el mundo y lo que le ofrecen también, con mucha irresponsabilidad los medios de difusión como escala de valores, es quién es el vivo y quién es el tonto de la comunidad. Eso es lo que hay que cambiar, que puedan entender que hay otra cosa. Yo supongo que cuando mi abuelo hizo su casa, el vecino le diría al hijo, mirá, hacé como don Luis que se rompe todo laburando no seas vago. Ahora en los barrios más bajos se dirá al revés, no laburés  porque no te vas a hacer la casa ni en quinientos años, tenés que ser como el vivo del barrio, y esos son los pensamientos que hay que cambiar y en los que tendríamos que estar trabajando todos.

También habría que cambiar el método que utilizan ciertos medios para informar sobre la inseguridad
Es muy delicado decirlo crudamente porque si alguien ha tenido un problema personal es horrible, te va a decir “quisiera verte que te haya pasado”. A mí, me han pasado cosas, muy cercanas, en muchos ámbitos, me pasó que mi mejor amigo, en la adolescencia, se suicidó preso de la falopa, y me han pasado también en mi piel afanos y afanos feos. Hace muy poquitos días a mi hermano le rompieron la cabeza en su propia pieza, entraron y le robaron todo, en un hermoso barrio como es Ramos Mejía. Lo que pasa es que los medios están en una búsqueda perversa del éxito y no analizan el daño que pueden hacer. Creo que es un estilo, el de tener angustiada a la comunidad, porque así asisten más a la saga de los problemas que les puede mostrar. Un día cae un ascensor al vacío y resulta que empiezan a hablar de los ascensores toda la semana, o está por caer un ascensor y es tapa de un diario, “casi se cae”. Hay un episodio policial, muy desgraciado, horrible: violan a una chica en un barrio y la matan,  y lo ponen de tal manera, lo producen, le ponen música de fondo, fijate en los canales de noticias, ponen música tétrica, tensionante,  y lo pasan en los resúmenes de cada media hora que tienen estos canales cuando ponen sus títulos, lo desarrollan cada media hora, lo ponen como tema central en los programas periodísticos, entonces a la chica la mataron y la violaron dieciocho veces ese día. Y te queda esa sensación de miedo y de angustia y esa necesidad de seguir siendo espectador de esa saga. Y hasta ese morbo que te transmiten, porque si pudieran tener la foto de la chica mientras fue violada y asesinada y si tuvieran la filmación también la mostrarían, sin pensar que eso le haría mucho mas daño a los familiares. Las cosas que han hecho los medios con los episodios policiales sin pruebas, sin certezas. Como le ha pasado al hijito de la señora que mataron en un country en Córdoba, lo acusaron ya en la primera semana de asesino, homosexual, perverso, cosas muy feas sin ningún fundamento y sin ninguna responsabilidad. Yo no voy a decir, porque después te dicen ah, qué, la inseguridad  que, ¿tiene la culpa el periodismo?, no, pero las empresas periodísticas a las que muchos periodistas les hacen el juego con muy poca valentía, sí, utilizan un esquema perverso para tener agarrada no te digo de donde, del cuello digamos, a la población y matan  al mismo muerto muchas veces por día, y si es jugoso, si es rubio, lo matan varias semanas, porque no es la misma reacción la de nuestra sociedad, lamentablemente, si matan a un pobre que a un rico, o a un rubio que a un morochito. Averiguá en un hospital del conurbano los espisodios de violaciones que se presentan, cómo los pediatras tienen que atender bebés violados a veces por sus familiares, porque la pobreza ya no es un  mural de Siqueiros o un cuadro de Castagnino, de un pobre aguerrido, obrero. La pobreza tiene feo olor, es promiscua, son varias generaciones de ignorancia donde lo normal es lo injusto, es moneda de todos los dias y es un problema social que existe y que debería tener en los medios un espacio como tienen cuando hay una desgracia para un rubio.
Que  Cristina aparezca hablando a favor de eso, de los pobres, en la distribución de la riqueza genera odio, es muy peronista eso. El peronismo genera odio y está comprobado.  Eso lo ha dicho ya con una calidad bárbara John William Cook.  Esas ideas de derecha que piensan que hay un mandato divino, que el hijo del cartonero tiene que ser cartonero. Odian al peronismo de una manera como no se odia ni siquiera las ideas conceptuales de izquierda marxista, porque eso lo tienen como algo virtual, como algo que nunca va a llegar. En cambio el peronismo llega siempre, entonces les cae mucho más simpático el Che Guevara que Evita. Leía de José Pablo Feinmann una reflexión así, parecida, comparando dos películas: la del Che que interpretó Benicio del Toro, un actor bárbaro,  que hizo una caracterización bárbara, espectacular, pero para la de Eva pusieron a Madona que da puta, de movida. Para el esquema de derecha es así como lo ven, entonces hay un odio muy especial, muy enquistado porque verdaderamente es el odio conservador, el odio de la idea que quiere conservar lo establecido como mal, el odio que te da vergüenza ajena, como escuchar algún muchacho joven de derecha decir que éste fue un gran país. Lo escuché a Macri decir que este país estuvo entre los ocho mejores países en la época del centenario. Para ellos era un mejor país, un país donde verdaderamente los pobres eran pobres de toda pobreza, harapientos, y los ricos iban con la vaca atada, y no es una figura, de verdad los ricos argentinos viajaban con la vaca a Europa. Lo de tirar manteca al techo como una diversión también viene de la realidad. 
Si vos crees que la Argentina fue un gran país en 1910, yo te digo que no podemos hablar, porque estamos hablando filosóficamente de algo completamente distinto. No entendemos la vida desde el mismo costado. Todos nuestros abuelos fueron pobres, todos, salvo los Patricios. Fueron lustrabotas, mendigaban por unas monedas para ir al cine. Ese no es el país que yo entiendo como octavo país. Yo entiendo como el primer país de Latinoamérica a Cuba  por sus índices casi nulos de analfabetismo y de hambre. Yo mido con otras cosas, no mido que este era un gran país porque un tipo se hacía traer el mármol y las lámparas de Europa para decorar su casa. Macri dice que éste tiene que volver a ser uno de los ocho países como era en 1910, yo no quiero que sea como en 1910. El tango nacía en esa época, era lo único bueno que podía haber. A mí me da como que a veces te saca las ganas, a veces hay gente con ciertas ideas con las que podés discutir, pero con otros no. En este momento realmente tenés que ser gorila para no estar de acuerdo con el rumbo de este gobierno.


También están en contra de la política de derechos humanos. Dicen Derechos Humanos para ellos ¿y para mí qué?
 ¡Hay una gran diferencia! La gente ¿sabés lo que tiene?, estudia poco y está muy poco autoexigente, entonces le viene cómodo repetir cualquier cosa. Escuchás cada cosa del lugar común que te quita las ganas de discutir porque, bueno, te dicen cosas como esta de “¿y mis derechos humanos?” Primero que con esta política de derechos humanos, el gobierno y las organizaciones están cuidando la tuya y la de tus hijos. ¿O te crees que esta actitud de derechos humanos es refaccionar un gimnasio? Es una política de Estado, es una decisión.
La gente que más critica, a veces, es tan floja de memoria, dicen que vengan los militares, pero ¿te gustaría que vengan los militares de verdad y que tu hijito por tener alguna idea que no les gusta sea un enemigo y lo maten? ¿O porque figura en la agenda de alguien que tiene una idea que no les gusta lo maten?  Yo,  cuándo algunos dicen, sí, te reconozco que los derechos humanos está bien, les digo bueno, entonces ya es el mejor.
  

¿Qué nos pasa con la memoria?
 Se olvidaron  de los patacones, se olvidaron de los bonos, de la disgregación, del sálvese quien pueda, de todo lo que vivimos hace diez minutos, no cuarenta años. No es que se olvidaron, es porque no hay un esfuerzo,  un compromiso,  la ignorancia está a la orden del día y sobre todo en los lugares, supuestamente  de poder adquisitivo. La poca autoexigencia. Es más cómodo repetir lo que dicen los demás. Sobre todo no hay autocrítica en las grandes equivocaciones de las derechas, no hay uno que alguna vez haya dicho algo así  “como dice Carrió tal cosa” y diga que es una petardista. Nadie le dice en los propios medios, señora  ¿no dijo usted que Néstor quería sangre?, ¿que Cristina no pasaba de noviembre? Entonces, viste, cuando son así tenés que tener amor, abrazarlos, esperar que se superen. Esto ya pasó en la Argentina. Cuando fue lo del Nunca Más, lo de la Conadep, cuando se hicieron públicos a través del libro los episodios de lo que fue la represión, los episodios puntuales de cómo fueron las torturas,  la gente te decía “yo no sabía”, y lo tenías que tolerar y decir, bueno pobre, no sabía…Pero ahora lo sabés, y sabés también lo que pasó en los 90, no me digas de vuelta yo no sabía que los pibes andaban descalzos, yo no sabía que te piden la medialuna en vez de una moneda para desterrar esa frase facha de “yo no le doy plata porque se la da al padre que está tomando vino”, entonces, ¿cuando te piden una medialuna que decís? ¿Necesitás otra vez ver a los pibes desnutridos de Tucumán para saber que hay problemas? Yo no sé si es una cosa de autodefensa, de no querer ver ni los avances ni las cosas que se estancan, pero es muy injusta, para mí, la furia de los que no son peronistas. Y parecería autorizada, ¿no?  Pintemos el busto de Evita de negro y nadie dice nada. Mirá si en un acto peronista se pintara un busto, no sé, de Alfonsín, imaginate la que se armaría. Si ya van por un choripán,  pintan la estatua. Pero los peronistas, como somos el partido del amor, le hicimos una estatua a Alfonsín.

¿Cómo fue tu exilio?
No me gusta dar mucho detalle porque, otra vez vuelvo a repetir, no me gusta victimizarme, tampoco quiero parecer un tipo que hizo algo fuera de lo común, mismo cuando estaba en México y algunos muchachos presumían de sus actos heroicos. Yo siempre fui muy tímido, de hecho yo no hice prácticamente nada heroico. Me fui a México en el 78, mi hermana ya se había ido en el 76, y me siento parte del exilio. Me fui porque tenía familiares desaparecidos, mi viejo mismo me impulsó a que me fuera, a mi hermana también, ella estaba más comprometida que yo. A los pocos meses me fui a vivir con la que hoy es mi mujer y adoptamos a mi sobrina que es hija de desaparecidos y no pude volver más hasta que empezó la democracia. Yo tengo primos desaparecidos,  la hermana de mi mujer también está desaparecida. Yo militaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios)  y ya en el 77 no éramos legales. Teníamos militancia clandestina, realmente poca, más intelectual que de acción, no había acciones de militancia más que de información, era la hora del sálvese quien pueda el 77, no había órdenes incluso. En mi último acto de militancia, con el que era mi responsable, me propusieron un pequeño proyecto, tipo si no puedes vencer únete a ellos, un proyecto de compañeros que entraron en la Fuerza Aérea para militar desde adentro y luchar desde adentro. No quise. Y ahí fue que decidí que me iba, además tenía miedo por algunas cosas que me habían pasado, pero no puedo decir que me fui nadando, ni con status de exiliado,  ni nada, siempre fui muy humilde en eso, bueno, más bien que después de tener mi propia hija como hija de desaparecidos no podía traerla acá, así que estuve seis años allá.


En tu carta a los medios, en relación a las amenazas por Cacerola de teflón, al final decís que por tu decisión de ser coherente perdés trabajos y ganás enemigos, que es un precio que debés pagar como tantas veces pagaste y que esperás no sea nuevamente con el exilio. ¿Qué precios pagaste?

En el laburo. La verdad, algo que no me molesta mucho,  pero ya no me contratan de las fiestas del pueblo de La Pampa gringa, aunque mucho tampoco nunca me gustó ese laburo, porque la figura toca como a las dos de la mañana. Es una fuente de trabajo importante que siempre se ha pagado bien, antes de la canción me llamaban mucho, a la fiesta de la papa, de la mandioca, del choclo, del chancho con pelo, de lo que fuera, pero no me llamaron más, y han apretado a algunos vendedores de shows, hay toda como una red de representantes  para que no me lleven. Fui escrachado un par de veces, también. En un pueblo de Santa Fe, vi una gigantografía que nombra algunos legisladores y en el medio me ponen a mí,  dice: Traidores a la Patria. Es feo que pase eso pero también es una anécdota. A gente que me contrataba en Rosario, por ejemplo, la fueron a apretar al local para que no me llevaran. Pero igual hicimos el recital, hubo una denuncia en un juzgado y nos mandaron vigilancia, tuvimos que agregar dos funciones, vino mucha más gente a apoyar que a escrachar, no hubo ningún incidente ni nada. Por otro lado ya empecé a ir a algunos pueblos, he estado en Lincoln, Junín, pueblos netamente chacareros y fue mucha gente a verme,  me he encontrado con una parte de la población que vivió un exilio interno en esos pueblos, que han sido muy agredidos  por no estar a favor del campo. Pero además la canción mía habla del cacerolazo, del apoyo en Recoleta y eso lo sigo sosteniendo. Me puedo parar cada día en Santa Fe y Callao, donde empezaban los cacerolazos, a ver si hubo un cacerolazo esta semana por algún episodio de injusticia o por una efemérides que nos conmueva. A ver si alguna vez hicieron un cacerolazo por Malvinas, por Cromañón, por el 19 y 20 de diciembre…


¿Te sentís más orgulloso de esta canción que de Lo atamos con alambre?
Lo atamos con alambre ojalá me saliera todos los días, porque es sencilla y es profunda, además desde el lado de la vanidad haberte apoderado de una frase popular sin ser un chorro,  yo hice una canción que se podría hacer con cualquier frase popular, como “perro que ladra no muerde”, dirían como dice Copani.  Apropiarte de una cosa así para tu  vanidad, imaginate, toda la vida se ataron las cosas con alambre...





--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Cacerola de teflón

No te oí en los días del silencio atronador
Mo te oí junto a las madres del dolor
No sonaste ni de lejos
Por los chicos, por viejos, olvidados

No te oí, puede ser que ya no estoy oyendo bien
Pero al borde de las rutas de Neuquén
No te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro

Y entre nuestros cantos desaparecidos
Yo jamás oí el silencio de tu tapa resistente
Que resiste comprender que hay tanta gente
Que en sus pobres recipientes
Solo guarda una ilusión

Cacerola de teflón volvé al estante
Que la calle es de las ollas militantes
Con valiente aroma de olla popular
Cacerola de teflón a los bazares
O a sonar con los tambores militares
Como tantas veces te escuché sonar

No te oí cuándo el ruido de las fábricas paró
Cuándo abril su mar de lágrimas llenó
No te oí con los parientes
Del diciembre adolescente asfixiado

No te oí, puede ser que mis oídos oigan mal
Pero no escuché en la exposición Rural
Reclamar por el jornal de los peones yerbateros
Por la rentabilidad de los obreros
Por el tiempo venidero, por que venga para todos

No te oí, ni te oiré porque no hay modo
De juntar tu avaro codo
Con mi abierto corazón

Cacerola de teflón volvé al estante
De los muebles de las casas elegantes
Que las cocineras te van a extrañar
Cacerola de teflón a los bazares
O a sonar en los conciertos liberales
Como tantas veces te escuché sonar

No te oí en el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados
De este lado

No te oí en la esquina de rosario que estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida

Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
Por un joven sin trabajo a la deriva
Debe ser que desde arriba
Desde los pisos más altos
No se ven nunca el espanto y las heridas

Cacerola de teflón volvé al estante
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
Donde vos nunca supiste resonar
Cacerola de teflón a los bazares
O a llenarte de los más ricos manjares
Que en la calle no se suelen encontrar
Cacerola de teflón a cocinar