Con
aroma a olla popular
por María Maratea
“Estuve
en pueblos del interior donde una parte de los habitantes vivieron un exilio
interno por no estar a favor del campo”
“No
estamos en un tiempo en que una expresión cultural te puede llevar a la muerte.
Valientes eran Rodolfo Walsh, Víctor Jara, sabiendo
que con sus manifestaciones la iban a pasar mal”
“Odian
al peronismo de una manera como no se odia ni siquiera las ideas conceptuales
de izquierda marxista, porque eso lo tienen como algo virtual, como algo que
nunca va a llegar. En cambio el peronismo llega siempre, entonces les cae mucho
más simpático el Che Guevara que Evita”
¿Cuál
es tu principio fundamental?
Y, aunque sea un lugar común, la justicia
y la igualdad de chances…de la buena memoria para todo, para disfrutar, para clavarse los puñales y
para tratar de salir adelante con fundamento, con cierta solidez, con cierta
expectativa de que el adelante sea bueno, si tuviera tiempo lo redactaría de
una manera mas romántica, pero me asaltás con cuál es tu máxima ideología, y
sí…
¿Sos
uno de los artistas populares de mayor compromiso social y uno de los que menos
difusión tiene?
Sí. Bueno, yo no puedo decir que soy uno
de los que más compromiso tiene. Para mí el compromiso es espontáneo, no es una
tarea que se me impone, ni que hago por el marketing, ni que me completa como
personaje, ni nada. Mi compromiso es muy
parcial en algunas cosas. Con tantos años y tantos discos podría tener una canción
más para que no maten a las ballenas y no la tengo, digamos que ese compromiso
espontáneo se vuelca a ciertas cosas de mi ideología que entiendo prioritaria y
ahí están, las canciones y la conducta. Lo del compromiso es relativo, lo de la
poca difusión es obvio y la que he tenido es porque he puesto mucho empeño, he
intentado poner originalidad, una
estética clara, simple pero certera. Acompañé con mucho tesón todas las cosas y
por eso existo, si fuera esperando que por inercia de los éxitos hubiera seguido
en los medios, nadie tendría ninguna canción mía en consideración. Pero uso
todo lo que puedo.
¿Esto
es así porque sos un artista
independiente?
En algo puede ser, pero una compañía
internacional, hoy, no podría hacer mucho por mí.
¿Por
qué?
No me puede inventar los soportes de
difusión. No va a ser la hora de Ignacio en la televisión, o de una FM Copani,
entonces, los medios están como están y ahí las compañías pueden colar ciertas
estéticas, ciertos mensajes que hacen que estemos huérfanos de otras
expresiones. Y mucho más carencia tenemos al pasar los años, como que no se
conozca el último disco de Silvio (Rodríguez) o de León (Gieco) y que se
conozca lo que despunta más comercial como Los Orozco o alguna cosita más. Para
encontrar a León, y te hablo del número uno, tenés que buscar en el cable o en
Cosquín a las dos de la mañana. En cambio, nos topamos, nos tropezamos con un
montón de obras que no tenemos ningún interés en conocer y ahí están. Yo
conozco el jingle “que te clavo que te clavo la sombrilla” y no es porque lo busqué. Y así cualquier
canción de moda o lo que existe. El caso
mío me parece raro.
En
un momento tuviste mucha difusión. Todos conocemos Cuántas minas que tengo o Lo
atamos con alambre, temas típicos de lo cotidiano. Más de una vez me encontré cantando
tu canción mientras arreglaba algo en mi casa. Vos llegaste a un tope.
Pero la difusión que yo he tenido, te
puedo citar esos temas o “No te creo nada”, o el de la familia Benvenutto, o la
marcha de River, han sido siempre porque encontraron una grieta para ilustrar
algo. Nunca tuve una campaña de marketing intensa, ni siquiera con “Cuántas minas que tengo”, no fue porque me
hayan apoyado con mucho dinero, sino que fue una sorpresa, una cosa original,
había muy poca música con humor, de hecho cuando yo rebotaba en las compañías
de discos me decían “Lo atamos con alambre” no va a andar, ni Les Luthier vende
discos, el humor no vende discos. Así que no es que pusieron un montón de
guita. Ahora me pasa algo parecido pero con canciones serias. Sin un mango toda la gente conoce “Cacerola
de teflón”, pero porque encontró una
grieta por donde se escurrió y se hizo conocida. Aquello, por lo menos yo lo sé, no fue una
explosión por el apoyo publicitario, siempre me la rebusqué con ingenio para
existir. Había condiciones hace veinte años más favorables, había infinidad de
lugares donde asistir a mostrar tu repertorio. Ahora es muy difícil. Primero
que no hay programas musicales. Hay algunas cositas temáticas, pero no hay. En
cambio yo antes iba todas las semanas a algún musical, Badía, Feliz Domingo, Finalísima, qué se yo…
Pero
hoy, por ejemplo, si levantás el teléfono y llamás a cualquier programa ¿te
dicen que no? Porque sos un tipo muy querido vos.
Me llaman del programa de Mirtha, voy a
lo de Susana todos los años, no soy un tipo que me sienta prohibido. No voy
cuando me llaman para algo que no me interesa como para hacer de jurado o para
contar chistes, para esas cosas ya me cansé. Pero no es un tema ideológico, es
un tema de que ya soy grande. Me llamaba hasta Marley para ir al Muro. Me decía
si no te querés poner ese traje de amianto no te lo pongas. No, no quiero, no
te sirve para el programa, le decía yo. Agradezco que se fijen en mí, pero
bueno, yo estoy en una línea en la que quiero mostrar mi repertorio. Sí te digo
que he sido un tipo castigado, porque de
entrada el sistema me vio como un Palito Ortega de protesta, les caía
simpático. Después fueron viendo que en mi propuesta ponía un acento muy grande
en lo que era el compromiso, el testimonio, entonces todas mis canciones de la
mitad de la década del 90 las conocían algunos amigos militantes. Se copiaban
el cassette con el tema Mery Juli. Los únicos temas míos que pasaban eran los
de River. Después, a partir del 2000 hubo como una necesidad en los medios de
ilustrar la crisis y ahí se dieron cuenta que el que más canciones tenía de
todas esas cosas críticas era Copani. He sido de los que más ha sonado en TVR y
en otros programas de compilaciones de noticias que usan esas canciones. Cacerola de teflón fue una explosión por
Internet más que en los medios, no es que haya sonado en la radio. De hecho
está en mi último disco y no lo pasan en ninguna radio, ni ese ni otros temas
del mismo disco.
¿Por
qué crees que pasa eso?
Porque para muchos soy un tipo molesto y
aparte, está mal que lo diga yo, soy parte de una figura de personaje inteligente,
que puede disentir y eso no es lo que
están buscando en los medios. En los medios están buscando para la discusión
política lo mejor que encuentran en las derechas, y del otro lado un muchacho
que esté con un tetra brik gritando Viva Cristina, y si pueden demostrar que
fue por un choripán, más todavía. En los debates de la tele ahora azorados
asistimos a ver a Cavallo pontificando,
a los mejores que puede representar el campo, a los mejores que pueden defender
las AFJP, o a los adalides de la oposición porque sí. En las mesas no están
poniendo pensadores, artistas. No está José Pablo Feinmann, ni Foster, ni
Bruschtein, ni Aliverti, ni artistas que puedan decir algo en esas discusiones.
Y yo soy parte de eso. No me ponen a dialogar o a disentir con alguien de sus
ideas, ni siquiera con ellos mismos. Yo soy un tipo, en este momento, por
ejemplo, censurado cien por ciento en TN.
¿Por
quién?
Por su editor, a quien no tengo el gusto
de conocer, estoy explícitamente censurado, me da un poco de lástima que
estemos en democracia y que un medio de noticias me censure. ¿Te doy ejemplos?
Sí.
Me proponen hace años en “Tiene la
palabra” para hacer esos reportajes, supongo que soy un tipo que se puede
explayar. Luis Otero es amigo mío y me dice que se lo bochan. No muchos están
arriba de Luis Otero así que puedo sospechar que lo bocha el editor. Me hacen
una nota en cualquier móvil, en algunos eventos los convoco yo mismo y vienen
de TN, pero salen las notas que le hacen a cualquiera, menos la mía. A veces
sale el puño de mi guitarra porque estoy
parado al lado del que le están haciendo la nota y a mí no me la hacen. El jefe
de móviles me dijo que cada nota que pasaba mía la bochaban. Me vinieron a
hacer una nota en casa, del programa de Tenembaum, la hicieron, me dijeron que
la pasaban esa noche y no salió. Me llamaron del programa de Van der Kooy y el
otro periodista, y les digo: “que suerte que me llaman porque pensé que estaba
censurado”, me contestan “no, nosotros
somos periodistas independientes, queremos que vengas al piso”. “Bueno bárbaro, ¿cuándo voy? Ponele que me digan, esta noche a la 21, a la hora me llaman y me dicen “mirá teníamos justo un informe…” Hace años
que Catalina no me pone ni en la agenda de los recitales. Una agenda de fin de
semana donde salen todos. Puedo sospechar que al editor no le caigo mal porque
su esposa Santillán me ha hecho notas toda la vida, me ha hecho la sorpresa de
traerme tíos de España en esos programas magazine que tenía antes, siempre tuvo
buena onda, así que no puedo entender. Creo que no es de Boca como para decir
bueno, te odian por… y punto. No fui en veinte años a un programa de La Viola, ni de espectáculos, ni de nada.
¿Y
en Clarín?
Me pasa puntualmente con TN, no, no me
pasa con el Grupo Clarín que me hacen notas hasta en Ollas y Sartenes. De Olé
me llaman a cada rato por lo futbolero que soy, en Espectáculos soy como el
primo pobre de los artistas. En los otros espacios, Política, Turismo, me hacen
notas y me tratan muy bien, así que no lo entiendo como una represalia del
Grupo Clarín.
¿Alguna
vez intentaste hablar con el editor, o
no te interesa?
No me interesa. Tampoco quería molestar a los que eran más
amigos y me confesaban eso, pero bueno, ahora ellos se dicen que son independientes…que
se la banquen. Yo no trabajaría en un lugar donde me censuren. A mí me ha
pasado en otros gobiernos, que me llamaran de Radio Nacional, por ejemplo, y me
dijeran “te queremos hacer una nota pero
no digas nada de tal cosa”. Hasta los reté porque eran jóvenes, les dije “no me llames si querés, pero no podés llamar
a alguien para decir no hables de esto”. ¿De qué te va a hablar Copani? ¿Tiene alguna
información de la KGB?
Copani te puede decir algo que te puede decir el taxista o cualquiera. Nadie se
enteró de nada por una canción mía. Bueno, pero de la censura de TN estoy
segurísimo porque tengo pruebas. Yo creo que es una animosidad del editor, no
sé por qué. Aunque en la parte ideológica
sí sé por qué: nadie en TN sale con una campana progresista, con
contenidos. Lamento la actitud de los
que me han entrevistado, por ejemplo,
para el programa de Tenembaum y que se haya marcado que no saliera al
aire, o de los que me llamaron, la verdad lo lamento, porque yo por ellos el
día que los rajen iría a hacer el abrazo a TN. Yo estuve en listas negras de
radio Nacional y Canal 7 en las épocas del menemismo, explícitas, y cuando rajaron
a un montón yo fui a apoyarlos. Pero bueno, mis amigos dicen que soy más
cándido de lo que debería.
¿No
le escribiste una canción a los medios?
No. Pero yo no tengo ningún drama en
expresar mi idea si voy a algún medio, si voy a Mirtha Legrand, le digo: para
mí hay una cadena nacional en contra del gobierno de Cristina. Se lo digo. O cuando te dicen en una entrevista,
me ha pasado con Mirtha: “porque el gobierno éste convengamos que es corrupto”,
yo le pregunto ¿quién es corrupto? Les molesta cuando uno con cierto aguante
puede hacer frente a eso. Dicen “convengamos que hay más pobreza que
antes”. No hay más pobreza que antes,
tirame un dato que diga que haya más pobreza que antes. Yo mis datos los tengo
por lo que veo, por lo que me cuentan de abajo. Cómo son las paradas de
colectivo en el conurbano y cómo eran hace cinco años, como están pobladas y
como estaban, y es una reflexión con fundamentos. Entonces ese estilo me parece
que les molesta. Después, en las canciones yo pongo eso, no es que reclamo una
cosa y después canto otra, no especulo, yo simplemente les pido a mis amigos,
sólo a mis amigos, que me crean que en este momento pueda estar en sintonía con
el gobierno. Y lo hago de corazón.
Tuviste
amenazas de muerte
Si, si, tuve amenazas telefónicas, por
mail. Y las hice públicas porque me describían un itinerario: “te vamos a
agarrar cuando llevés a tu hijito al colegio de tal calle y tal calle”. Igual no sabían mucho porque no tengo un
hijito, tengo un nietito, pero bueno, si te alarman, vos necesitás el abrazo y
la contención. Los insultos que yo recibo son “cuánto te garpa Cristina”.
Mientras me digan eso o “boliviano andate del país” me la banco, pero si me
dicen te vamos a agarrar en tal dirección, digo, bueno, vamos a tomar algunas
medidas de precaución. Te juro por mis hijas que no me gusta victimizarme, tengo
cosas peores que las amenazas, cosas que me ponen triste, por ejemplo, del
pueblo donde está enterrado mi viejo, en el sur de Santa Fe. Me escriben: “no
pases a poner ni una flor a tu viejo”, hasta sospecho que pueden ser parientes
los que me dicen eso. Y te repito, no me gusta victimizarme porque lo que digo
siempre es que hacer una canción no es un acto de arrojo, es nada más que hacer
una canción. No estamos en un tiempo en que una expresión cultural te puede
llevar a la muerte. Valientes eran Rodolfo Walsh, Víctor Jara, sabiendo
que con sus manifestaciones la iban a pasar mal, yo escribo Cacerola de Teflón
o La canción para Evita. Tengo una canción para Eva que es bárbara y si vieras
los videos, los abrazos que hay y los insultos y el odio por hacer una canción
para Evita.
Cómo
si ese sentimiento no pudiera ser auténtico
Muchos, cuando te critican y te preguntan
cuánto te garpan, en realidad están expresando su descarga de valores, porque a
mí no se me cruza pensar que si alguien hace una canción, por algo como lo que yo simpatizo sea
simplemente por lo que le pagan. Si yo
me pusiera una camiseta que diga Viva Cristina, tendrían que entender que es
porque quiero llevarla, que no es porque te dan plata. Yo apoyo desde el
corazón, apoyo, para mí, al mejor gobierno que tuvimos desde que hay
democracia, porque me complace. Y lo apoyo porque quiero que aguante, porque si
el proyecto fracasa estoy seguro de que nos van a arrastrar por los
adoquines…bueno, por el asfalto, porque los adoquines los está levantando
Macri.
¿Qué
opinión te merece el asfaltador Macri?
Me parece ridículo que esté asfaltando
calles que ya estaban asfaltadas. Bueno, es su concepto.
Su
negocio
Podría ser. Yo no tengo pruebas de que
sea un negocio, pero sí tengo pruebas de que es una acción básica, bien
primitiva en la política: que se vea la obra. Pintemos los cordones,
asfaltemos, entonces la gente nos va a votar.
¿De
dónde crees que surge ese odio tan visceral a Cristina?
Un poco esa cadena nacional ha aportado
mucho, la falta de respeto que hay, ya desde los titulares que la llaman
Cristina. Cristina la puedo llamar yo, porque obviamente es desde un lugar de
cariño, o vos. Cuando las macanas que hacía De La Rúa, no ponían Fernando está
condecorando a un edecán mientras se incendia el país. Cuando las hacía Menem,
no ponían Carlos dijo que un avión iba a salir a la estratósfera y llegaba a
Corea en dos horas. Los medios tendrían que ser respetuosos, decir la
presidenta Cristina Kirchner. La cimiente es que el gobierno de Kirchner y de
Cristina toca intereses que molestan y a partir de allí se usan, desde la frase
que dijo Buzzi (Eduardo, presidente de la Federación Agraria
Argentina), de desgastarlo desde todos los puntos. Por eso yo digo que
no soy un tipo que apoya desde un lugar crítico, apoyo con todo, me meto de
cabeza en la urna que me pongan, para consejero escolar, para concejal,
legislador, intendente, presidente, por lo que diga el FPV, porque las cosas
que tengo para criticar son matices y la mayoría de ansiedad, como que no haya
más chicos en la calle, que haya símbolos, que la cultura la manejemos de otra
manera con los símbolos que necesita la cultura, que en las puertas de cada
villa en vez de haber un ente inquisidor que quiera ver el valor inmobiliario
para ver si vale la pena sacarla o no, haya un colegio industrial, un centro
cultural y un polideportivo. Haría una campaña para que los artistas que
trabajan en entes culturales hagan jornadas como el domingo rojo del Che
Guevara. Cuando vamos a México, cuando cumplís un contrato como visitante,
tenés que hacer una función popular. Y se hace, en La Alameda o en algún otro
lado y la hacés sin chistar porque es parte del arreglo comercial. ¿Por qué no se puede hacer algo así, de que
vayamos y colaboremos, que pongamos una dinámica distinta en la cultura? Tengo
ansiedad para solucionar ciertas cosas pero no voy a hacer ninguna crítica que
sea funcional a los que están desgastando desde cualquier lugar al gobierno, de
los que buscan desde su dialéctica, desprestigiar, mentir. Ahora el ataque es
como que está solamente permitido desde la derecha hacia los sectores de
pensamiento popular, ahí sí podes decir “volvé Videla”, puede salir Pando y
nadie la aparta de un cacerolazo, ahí se le puede decir a la Presidenta de yegua
para arriba, que se vaya, ahí sí. Y está todo permitido, está permitido el
diputrucho del Pro, pero no está permitido el diputrucho peronista, que por
suerte no ha habido en estos últimos tiempos, porque si no te saldrían todo el
tiempo con eso. Estuvo en la primera plana de los diarios el caso de la valija
del venezolano hasta que fue la chica ésta muy linda a declarar y a partir de
ahí pasó a la página treinta porque desmintió lo que decían los medios que
había más valijas con más millones, y la chica fue apartada y todo, y fue
valiente y sincera, y dijo que era eso lo que había. Y no se habló más del
tema. Pero se lo trató con una malicia, con tergiversación y con una
obscenidad, porque yo, que no soy un analista de las entrañas de la política me
doy cuenta que es una operación del extranjero. Todo eso creo que cala en el
ánimo de mucha gente.
¿Y
qué te pasa cuándo escuchás “mejor estábamos con los militares”?
El que dice eso es un idiota. El otro día
un amigo me dijo que escuchaba esa frase en relación a la seguridad. Le digo
¿cuántos muertos hay por la inseguridad cada día? Ponele un número ¿diez? Yo
creo que si hubiera diez habría una marcha de dos millones de personas en la
calle. Y diez muertos por día serían tres mil y pico de muertos por año, serían
treinta mil en diez años. Bueno, hay treinta mil desaparecidos en dos años de
fuerte represión. Así que fijate cuál fue el estado más inseguro, si éste o el
de los militares. A la gente que hace ese reclamo, por tonta o por ignorante, hay que recordarle que en el 75, antes de la
llegada de los militares había seguridad en la calle, lo que aducían los militares era el tema de
la guerrilla y los atentados. Yo iba a bailar a los quince años y volvía de
noche y no pasaba nada, antes de los milicos, en el 74, en el 75. Mi papá me dejaba en la
cancha, te lo juro por mis hijas, tenía doce años, en el 72, once o trece, y mi papá me dejaba en la cancha de River y
yo iba como menor, agarraba a cualquier tipo y le decía “¿Don, puedo entrar con
usted?”, y entraba y después me iba caminando de la cancha de River hasta la
casa de mi abuela en Pampa y Libertador
y atravesaba una villa, en lo que hoy es la diagonal Ramsay, y capaz que me
compraba caramelos en el kiosco de la villa y te hablo del 72, 73, 74. Era una
situación de más seguridad en las calles porque la sociedad estaba compuesta de
cierta manera. ¿Si vienen los milicos ahora, vos crees que alguno de los pibes
chorros, de los pibes maltratados, va a
dejar sus prácticas porque haya una tanqueta en Constitución? Van a seguir igual. Como van a seguir igual
si baja la inimputabilidad de los menores, como van a seguir igual si hay más
cárceles. El tema de fondo es el que todos conocemos que es el trabajo y la
educación.
Habrá que hacer algún marco de contención
porque la inseguridad está, pero el verdadero trabajo hay que hacerlo para
adelante, para que haya otras propuestas que hagan que los chicos vean que lo
más divertido es trabajar, estudiar. Por ahora lo que le ofrece el mundo y lo
que le ofrecen también, con mucha irresponsabilidad los medios de difusión como
escala de valores, es quién es el vivo y quién es el tonto de la comunidad. Eso
es lo que hay que cambiar, que puedan entender que hay otra cosa. Yo supongo
que cuando mi abuelo hizo su casa, el vecino le diría al hijo, mirá, hacé como
don Luis que se rompe todo laburando no seas vago. Ahora en los barrios más
bajos se dirá al revés, no laburés
porque no te vas a hacer la casa ni en quinientos años, tenés que ser
como el vivo del barrio, y esos son los pensamientos que hay que cambiar y en
los que tendríamos que estar trabajando todos.
También
habría que cambiar el método que utilizan ciertos medios para informar sobre la
inseguridad
Es muy delicado decirlo crudamente porque
si alguien ha tenido un problema personal es horrible, te va a decir “quisiera
verte que te haya pasado”. A mí, me han pasado cosas, muy cercanas, en muchos
ámbitos, me pasó que mi mejor amigo, en la adolescencia, se suicidó preso de la
falopa, y me han pasado también en mi piel afanos y afanos feos. Hace muy
poquitos días a mi hermano le rompieron la cabeza en su propia pieza, entraron
y le robaron todo, en un hermoso barrio como es Ramos Mejía. Lo que pasa es que
los medios están en una búsqueda perversa del éxito y no analizan el daño que
pueden hacer. Creo que es un estilo, el de tener angustiada a la comunidad,
porque así asisten más a la saga de los problemas que les puede mostrar. Un día
cae un ascensor al vacío y resulta que empiezan a hablar de los ascensores toda
la semana, o está por caer un ascensor y es tapa de un diario, “casi se cae”.
Hay un episodio policial, muy desgraciado, horrible: violan a una chica en un
barrio y la matan, y lo ponen de tal
manera, lo producen, le ponen música de fondo, fijate en los canales de noticias,
ponen música tétrica, tensionante, y lo
pasan en los resúmenes de cada media hora que tienen estos canales cuando ponen
sus títulos, lo desarrollan cada media hora, lo ponen como tema central en los
programas periodísticos, entonces a la chica la mataron y la violaron dieciocho
veces ese día. Y te queda esa sensación de miedo y de angustia y esa necesidad
de seguir siendo espectador de esa saga. Y hasta ese morbo que te transmiten,
porque si pudieran tener la foto de la chica mientras fue violada y asesinada y
si tuvieran la filmación también la mostrarían, sin pensar que eso le haría
mucho mas daño a los familiares. Las cosas que han hecho los medios con los
episodios policiales sin pruebas, sin certezas. Como le ha pasado al hijito de
la señora que mataron en un country en Córdoba, lo acusaron ya en la primera
semana de asesino, homosexual, perverso, cosas muy feas sin ningún fundamento y
sin ninguna responsabilidad. Yo no voy a decir, porque después te dicen ah,
qué, la inseguridad que, ¿tiene la culpa
el periodismo?, no, pero las empresas periodísticas a las que muchos
periodistas les hacen el juego con muy poca valentía, sí, utilizan un esquema
perverso para tener agarrada no te digo de donde, del cuello digamos, a la
población y matan al mismo muerto muchas
veces por día, y si es jugoso, si es rubio, lo matan varias semanas, porque no
es la misma reacción la de nuestra sociedad, lamentablemente, si matan a un
pobre que a un rico, o a un rubio que a un morochito. Averiguá en un hospital
del conurbano los espisodios de violaciones que se presentan, cómo los
pediatras tienen que atender bebés violados a veces por sus familiares, porque
la pobreza ya no es un mural de
Siqueiros o un cuadro de Castagnino, de un pobre aguerrido, obrero. La pobreza
tiene feo olor, es promiscua, son varias generaciones de ignorancia donde lo
normal es lo injusto, es moneda de todos los dias y es un problema social que
existe y que debería tener en los medios un espacio como tienen cuando hay una
desgracia para un rubio.
Que
Cristina aparezca hablando a favor de eso, de los pobres, en la
distribución de la riqueza genera odio, es muy peronista eso. El peronismo
genera odio y está comprobado. Eso lo ha
dicho ya con una calidad bárbara John William Cook. Esas ideas de derecha que piensan que hay un
mandato divino, que el hijo del cartonero tiene que ser cartonero. Odian al
peronismo de una manera como no se odia ni siquiera las ideas conceptuales de
izquierda marxista, porque eso lo tienen como algo virtual, como algo que nunca
va a llegar. En cambio el peronismo llega siempre, entonces les cae mucho más
simpático el Che Guevara que Evita. Leía de José Pablo Feinmann una reflexión
así, parecida, comparando dos películas: la del Che que interpretó Benicio del
Toro, un actor bárbaro, que hizo una
caracterización bárbara, espectacular, pero para la de Eva pusieron a Madona
que da puta, de movida. Para el esquema de derecha es así como lo ven, entonces
hay un odio muy especial, muy enquistado porque verdaderamente es el odio conservador,
el odio de la idea que quiere conservar lo establecido como mal, el odio que te
da vergüenza ajena, como escuchar algún muchacho joven de derecha decir que
éste fue un gran país. Lo escuché a Macri decir que este país estuvo entre los
ocho mejores países en la época del centenario. Para ellos era un mejor país,
un país donde verdaderamente los pobres eran pobres de toda pobreza,
harapientos, y los ricos iban con la vaca atada, y no es una figura, de verdad
los ricos argentinos viajaban con la vaca a Europa. Lo de tirar manteca al
techo como una diversión también viene de la realidad.
Si vos crees que la Argentina fue un gran
país en 1910, yo te digo que no podemos hablar, porque estamos hablando
filosóficamente de algo completamente distinto. No entendemos la vida desde el
mismo costado. Todos nuestros abuelos fueron pobres, todos, salvo los
Patricios. Fueron lustrabotas, mendigaban por unas monedas para ir al cine. Ese
no es el país que yo entiendo como octavo país. Yo entiendo como el primer país
de Latinoamérica a Cuba por sus índices
casi nulos de analfabetismo y de hambre. Yo mido con otras cosas, no mido que
este era un gran país porque un tipo se hacía traer el mármol y las lámparas de
Europa para decorar su casa. Macri dice que éste tiene que volver a ser uno de
los ocho países como era en 1910, yo no quiero que sea como en 1910. El tango
nacía en esa época, era lo único bueno que podía haber. A mí me da como que a
veces te saca las ganas, a veces hay gente con ciertas ideas con las que podés
discutir, pero con otros no. En este momento realmente tenés que ser gorila
para no estar de acuerdo con el rumbo de este gobierno.
También
están en contra de la política de derechos humanos. Dicen Derechos Humanos para
ellos ¿y para mí qué?
¡Hay una gran diferencia! La gente ¿sabés
lo que tiene?, estudia poco y está muy poco autoexigente, entonces le viene
cómodo repetir cualquier cosa. Escuchás cada cosa del lugar común que te quita
las ganas de discutir porque, bueno, te dicen cosas como esta de “¿y mis
derechos humanos?” Primero que con esta política de derechos humanos, el
gobierno y las organizaciones están cuidando la tuya y la de tus hijos. ¿O te
crees que esta actitud de derechos humanos es refaccionar un gimnasio? Es una
política de Estado, es una decisión.
La gente que más critica, a veces, es tan
floja de memoria, dicen que vengan los militares, pero ¿te gustaría que vengan
los militares de verdad y que tu hijito por tener alguna idea que no les gusta
sea un enemigo y lo maten? ¿O porque figura en la agenda de alguien que tiene
una idea que no les gusta lo maten? Yo, cuándo algunos dicen, sí, te reconozco que los
derechos humanos está bien, les digo bueno, entonces ya es el mejor.
¿Qué
nos pasa con la memoria?
Se olvidaron de los patacones, se olvidaron de los bonos,
de la disgregación, del sálvese quien pueda, de todo lo que vivimos hace diez
minutos, no cuarenta años. No es que se olvidaron, es porque no hay un
esfuerzo, un compromiso, la ignorancia está a la orden del día y sobre
todo en los lugares, supuestamente de
poder adquisitivo. La poca autoexigencia. Es más cómodo repetir lo que dicen
los demás. Sobre todo no hay autocrítica en las grandes equivocaciones de las
derechas, no hay uno que alguna vez haya dicho algo así “como dice Carrió tal cosa” y diga que es una
petardista. Nadie le dice en los propios medios, señora ¿no dijo usted que Néstor quería sangre?,
¿que Cristina no pasaba de noviembre? Entonces, viste, cuando son así tenés que
tener amor, abrazarlos, esperar que se superen. Esto ya pasó en la Argentina. Cuando
fue lo del Nunca Más, lo de la
Conadep, cuando se hicieron públicos a través del libro los
episodios de lo que fue la represión, los episodios puntuales de cómo fueron
las torturas, la gente te decía “yo no
sabía”, y lo tenías que tolerar y decir, bueno pobre, no sabía…Pero ahora lo
sabés, y sabés también lo que pasó en los 90, no me digas de vuelta yo no sabía
que los pibes andaban descalzos, yo no sabía que te piden la medialuna en vez
de una moneda para desterrar esa frase facha de “yo no le doy plata porque se
la da al padre que está tomando vino”, entonces, ¿cuando te piden una medialuna
que decís? ¿Necesitás otra vez ver a los pibes desnutridos de Tucumán para
saber que hay problemas? Yo no sé si es una cosa de autodefensa, de no querer
ver ni los avances ni las cosas que se estancan, pero es muy injusta, para mí,
la furia de los que no son peronistas. Y parecería autorizada, ¿no? Pintemos el busto de Evita de negro y nadie
dice nada. Mirá si en un acto peronista se pintara un busto, no sé, de Alfonsín,
imaginate la que se armaría. Si ya van por un choripán, pintan la estatua. Pero los peronistas, como
somos el partido del amor, le hicimos una estatua a Alfonsín.
¿Cómo fue tu exilio?
No me gusta dar mucho detalle porque, otra
vez vuelvo a repetir, no me gusta victimizarme, tampoco quiero parecer un tipo
que hizo algo fuera de lo común, mismo cuando estaba en México y algunos muchachos presumían de sus actos
heroicos. Yo siempre fui muy tímido, de hecho yo no hice prácticamente nada
heroico. Me fui a México en el 78,
mi hermana ya se había ido en el 76, y me siento parte
del exilio. Me fui porque tenía familiares desaparecidos, mi viejo mismo me
impulsó a que me fuera, a mi hermana también, ella estaba más comprometida que
yo. A los pocos meses me fui a vivir con la que hoy es mi mujer y adoptamos a
mi sobrina que es hija de desaparecidos y no pude volver más hasta que empezó
la democracia. Yo tengo primos desaparecidos,
la hermana de mi mujer también está desaparecida. Yo militaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y ya en el 77 no éramos legales. Teníamos
militancia clandestina, realmente poca, más intelectual que de acción, no había
acciones de militancia más que de información, era la hora del sálvese quien
pueda el 77, no había órdenes incluso. En mi último acto de militancia, con el
que era mi responsable, me propusieron un pequeño proyecto, tipo si no puedes
vencer únete a ellos, un proyecto de compañeros que entraron en la Fuerza Aérea para militar desde
adentro y luchar desde adentro. No quise. Y ahí fue que decidí que me iba,
además tenía miedo por algunas cosas que me habían pasado, pero no puedo decir
que me fui nadando, ni con status de exiliado, ni nada, siempre fui muy humilde en eso,
bueno, más bien que después de tener mi propia hija como hija de desaparecidos
no podía traerla acá, así que estuve seis años allá.
En
tu carta a los medios, en relación a las amenazas por Cacerola de teflón, al
final decís que por tu decisión de ser coherente perdés trabajos y ganás
enemigos, que es un precio que debés pagar como tantas veces pagaste y que esperás no sea nuevamente con el exilio.
¿Qué precios pagaste?
En el laburo. La verdad, algo que no me
molesta mucho, pero ya no me contratan de
las fiestas del pueblo de La
Pampa gringa, aunque mucho tampoco nunca me gustó ese laburo,
porque la figura toca como a las dos de la mañana. Es una fuente de trabajo importante
que siempre se ha pagado bien, antes de la canción me llamaban mucho, a la fiesta
de la papa, de la mandioca, del choclo, del chancho con pelo, de lo que fuera,
pero no me llamaron más, y han apretado a algunos vendedores de shows, hay toda
como una red de representantes para que
no me lleven. Fui escrachado un par de veces, también. En un pueblo de Santa
Fe, vi una gigantografía que nombra algunos legisladores y en el medio me ponen
a mí, dice: Traidores a la Patria. Es feo que pase
eso pero también es una anécdota. A gente que me contrataba en Rosario, por
ejemplo, la fueron a apretar al local para que no me llevaran. Pero igual hicimos
el recital, hubo una denuncia en un juzgado y nos mandaron vigilancia, tuvimos
que agregar dos funciones, vino mucha más gente a apoyar que a escrachar, no
hubo ningún incidente ni nada. Por otro lado ya empecé a ir a algunos pueblos,
he estado en Lincoln, Junín, pueblos netamente chacareros y fue mucha gente a
verme, me he encontrado con una parte de
la población que vivió un exilio interno en esos pueblos, que han sido muy
agredidos por no estar a favor del
campo. Pero además la canción mía habla del cacerolazo, del apoyo en Recoleta y
eso lo sigo sosteniendo. Me puedo parar cada día en Santa Fe y Callao, donde
empezaban los cacerolazos, a ver si hubo un cacerolazo esta semana por algún
episodio de injusticia o por una efemérides que nos conmueva. A ver si alguna
vez hicieron un cacerolazo por Malvinas, por Cromañón, por el 19 y 20 de
diciembre…
¿Te
sentís más orgulloso de esta canción que de Lo atamos con alambre?
Lo atamos con alambre ojalá me saliera
todos los días, porque es sencilla y es profunda, además desde el lado de la
vanidad haberte apoderado de una frase popular sin ser un chorro, yo hice una canción que se podría hacer con
cualquier frase popular, como “perro que ladra no muerde”, dirían como dice
Copani. Apropiarte de una cosa así para
tu vanidad, imaginate, toda la vida se
ataron las cosas con alambre...
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cacerola de teflón
No te oí en los días del silencio
atronador
Mo te oí junto a las madres del dolor
No sonaste ni de lejos
Por los chicos, por viejos, olvidados
No te oí, puede ser que ya no estoy
oyendo bien
Pero al borde de las rutas de Neuquén
No te oí mientras mataban por la espalda
a mi maestro
Y entre nuestros cantos desaparecidos
Yo jamás oí el silencio de tu tapa
resistente
Que resiste comprender que hay tanta
gente
Que en sus pobres recipientes
Solo guarda una ilusión
Cacerola de teflón volvé al estante
Que la calle es de las ollas militantes
Con valiente aroma de olla popular
Cacerola de teflón a los bazares
O a sonar con los tambores militares
Como tantas veces te escuché sonar
No te oí cuándo el ruido de las fábricas
paró
Cuándo abril su mar de lágrimas llenó
No te oí con los parientes
Del diciembre adolescente asfixiado
No te oí, puede ser que mis oídos oigan
mal
Pero no escuché en la exposición Rural
Reclamar por el jornal de los peones
yerbateros
Por la rentabilidad de los obreros
Por el tiempo venidero, por que venga
para todos
No te oí, ni te oiré porque no hay modo
De juntar tu avaro codo
Con mi abierto corazón
Cacerola de teflón volvé al estante
De los muebles de las casas elegantes
Que las cocineras te van a extrañar
Cacerola de teflón a los bazares
O a sonar en los conciertos liberales
Como tantas veces te escuché sonar
No te oí en el puente de Kosteki y
Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán
No te oí en los desalojos ni en los
barrios inundados
De este lado
No te oí en la esquina de rosario que
estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin
comida
Y jamás te oí en la vida repicar desde
acá abajo
Por un joven sin trabajo a la deriva
Debe ser que desde arriba
Desde los pisos más altos
No se ven nunca el espanto y las heridas
Cacerola de teflón volvé al estante
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
Donde vos nunca supiste resonar
Cacerola de teflón a los bazares
O a llenarte de los más ricos manjares
Que en la calle no se suelen encontrar
Cacerola de teflón a cocinar